martes, 6 de septiembre de 2011

LA MEDITACIÓN según OSHO- 2 parte.

Transcribo ciertas páginas del capítulo sobre MEDITACIÓN del LIBRO DE LA MUJER de OSHO, filósofo  nacido el 11-dic.-1931, en Kuchwada, una pequeña aldea en el estado de Madhya Pradesh, India central. También fue conocido como Bhagwan Shree Rajneesh y posteriormente con el nombre de Osho (Oshö: Término Japonés utilizado en el Budismo Zen para referirse a un monk o monje budista).Y finalmente este nombre (OSHO), porque siempre les decía a sus discípulos que debían fundirse con la realidad, como una gota de agua en el océano, sus discípulos comienzan a llamarlo el oceánico. De ahí a Osho. Su muerte fue noticia internacional de las agencias cablegráficas que hacían notar un dato curioso: el críptico epitafio grabado en la tumba que guarda sus cenizas había sido escrito por el propio maestro pocos días antes de morir: "Osho nunca nació, nunca murió, solamente visito el planeta Tierra entre el 11 de diciembre de 1931 y el 19 de enero de 1990". Antes de su muerte, le preguntaron qué pasaría cuando se fuera. Respondió: "Si hay algo de verdad en lo que he dicho, sobrevivirá. La gente interesada en mi trabajo llevará la antorcha, sin imponer nada a nadie... Deseo que no olviden el amor, porque si no es sobre él no se puede fundar iglesia alguna. La conciencia no es monopolio de nadie, igual la celebración, el regocijo y la mirada inocente de un niño... Conózcanse a sí mismos pues el camino es hacia adentro".
En este libro le hacen muchas preguntas a Osho, estas son sus respuestas sobre la meditación y pongo algunos párrafos:
¿Puedes hablar de la meditación como un proceso de “limpieza”?
La meditación es un proceso de librarse de todo el pasado, de todas las enfermedades, de librarse de todo el pus que se ha acumulado en ti. Es doloroso, pero es una limpieza, y no hay otra manera de limpiarte.
Todas las meditaciones no son más que estratagemas para purificar tu ser interno. Toda la ciencia de la religión tiende hacia un objetivo: cómo purificar el ser interno del hombre, cómo soltar el pasado, la carga, lo muerto, lo embotado, cómo volver al hombre más sensible. Cuanto más profunda sea la sensibilidad, más profundamente entramos en la existencia. Y Dios es el centro mismo de la existencia. A no ser que entremos en nuestro propio centro no existe ninguna posibilidad de entrar en contracto con la fuente de toda la vida.
Lo primero que se necesita es una catarsis. La catarsis saca todo lo malo que hay dentro de ti, todo lo reprimido. Expulsas todas tus represiones, las liberas. Pero hay que añadir muchas cosas nuevas a los métodos tradicionales, como el hatha yoga-¡han pasado dos mil años desde que se creó!- y esta catarsis, en mi opinión, es lo más importante que hay que añadir. Para Occidente, hay que crear muchas cosas nuevas, hay que concebir y probar muchas cosas nuevas. Yo mismo estoy probando muchas cosas.
He oído hablar de la meditación como una ciencia y, a veces, como un arte, ¿Cómo la ves tú?
No es una ciencia, no es un arte, no es una destreza; es cogerle la maña (hábito, costumbre)…y entrar en un silencio espontáneo. El silencio se puede cultivar, pero un silencio cultivado no es un silencio verdadero; es tan sólo reprimir tus pensamientos, tu agitación, y sentarte sobre ellos. Pero el volcán sigue ahí y de alguna forma te las estás arreglando para mantenerlo bajo control. Ese silencio no es muy profundo; no puede serlo. Eso es lo que mucha gente sigue haciendo y lo llama meditación, oración; simplemente reprimen su proceso de pensamientos y los pensamientos continúan por debajo; simplemente se vuelven subterráneos, eso es todo. Desaparecen de la superficie y empiezan a moverse por debajo, pero siguen ahí. Sólo un momento de despiste y volverán a salir. Toma demasiada energía reprimirlos, y es inútil….Lo que quiero decir exactamente es: si observas, veinticuatro horas al día, todos los días, encontrarás algunos momentos en los que entras automáticamente en silencio. Llegan por sí mismos; es sólo que no los hemos observado. Así que lo primero de lo que hay que darse cuenta es de cuándo llegan estos momentos…y cuando lleguen, simplemente deja todo lo que estés haciendo. Siéntate en silencio, fluye con el momento. Ha llegado naturalmente, no lo has forzado, así que no se trata de una represión; simplemente estás permitiéndole que te posea. Y llegan…, son naturales; siempre se abren algunas ventanas por sí mismas, pero estamos tan ocupados que nunca vemos que se ha abierto una ventana y que está entrando la brisa y que ha entrado el Sol; estamos tan ocupados con nuestro trabajo.
Así que observa…por la mañana temprano, cuando aún estés fresco después de un largo y profundo sueño y el mundo esté despertándose y los pájaros hayan empezado a cantar y esté saliendo el Sol…si sientes que te rodea un momento, que crece un espacio en ti, entra en él. Siéntate en silencio bajo un árbol, a la orilla del río, o en tu habitación, y simplemente sé…nada que hacer. Celebra ese espacio, y no trates de prolongarlo. Cuando desaparezca, levántate; olvídalo. Tienes que hacer muchas otras cosas. Y no lo añores, vendrá de nuevo por sí mismo; siempre llega sin invitación. Es muy tímido: si lo invitas, nunca viene; si lo persigues, desaparece….Si puedes esperar pacientemente, viene, y muchas veces al día.
A veces, por la noche, cuando todo se ha vuelto silencioso, de pronto está ahí; entonces sumérgete en él. Y a veces sucede incluso en el mercado, cuando hay ruido por todas partes. Está ahí y te sientes transportado. Entonces hay un silencio divino. No ha sido creado por ti, sino que es un regalo de Dios,….
Siempre puedes cerrar los ojos un momento y mirarlo; está ahí…Pero es cogerle el hábito (maña), no es un arte. No puedes aprenderlo…tienes que embeberte en él.
¿Cuál es la forma correcta de meditar?
Me estás preguntando por la meditación correcta. La tarea primera y más primaria es limpiar tu ser interior de todos los pensamientos. No se trata de elegir quedarse con los pensamientos buenos y expulsar los malos. Para un meditador, todos los pensamientos son simplemente basura; no es cuestión de buenos y malos. Todos ellos ocupan el espacio dentro de ti, y a causa de esta ocupación, tu ser interno no puede estar completamente en silencio. Así que los buenos pensamientos son tan malos como los malos; no hagas ninguna distinción entre ellos.
…Tienes que ir más allá de la mente, a un espacio en el que nunca ha entrado un pensamiento, en el que no funciona la imaginación, en el que no surge ningún sueño, en el que simplemente eres nadie.
…No tienes que hacer nada excepto comprender claramente qué es la meditación. Esa comprensión misma detendrá el funcionamiento de la mente. Esa comprensión es casi como un señor ante el que los criados dejan de discutir entre sí, o incluso de hablar entre sí; de pronto entra el señor en casa y hay silencio. Todos los criados empiezan a estar ocupados, al menos a mostrar que están ocupados. Justo un momento antes, estaban todos riñendo y peleándose y discutiendo, y nadie hacía nada.
Comprender lo que es la meditación es invitar a que entre el señor. La mente es una criada. En cuanto entra el señor con todo su silencio, con toda su alegría, de pronto la mente entra en un silencio absoluto.
Una vez que has alcanzado un espacio meditativo, la iluminación es sólo cuestión de tiempo. No puedes forzarla. Sólo tienes que ser una espera, una intensa espera, con gran anhelo, casi como una sed, un hambre, no una palabra…
En la meditación, el anhelo se vuelve una sed de iluminación y una paciente espera, porque es un fenómeno tan grande y tú eres tan diminuto…Tus manos no pueden alcanzarla; no está a tu alcance. Vendrá y te desbordará, pero no puedes hacer nada para traerla a ti. Eres demasiado pequeño, tus energías son demasiado pequeñas. Pero cuando estás esperando realmente con paciencia y anhelo y pasión, viene. En el momento apropiado, viene. Siempre ha venido.
Bien, esto es lo que yo he transcrito, es lo que has leído. Yo te agradezco infinitamente lo que hagas, sea lo que sea, Namaste.  
El significado literal de "Namaste": “Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno”